...Recorriendo la naturaleza de tu cuerpo...


Hoy se me ocurre darme un paseito por ti y bañarme en esa isla maravillosa que es tu cuerpo, hoy deperté y pensé en ti, y me provocó bañarme en la cascada de tu cabellera larga, meterme entre los hilos que cuelgan y dejar que rocen mi piel.
Cierro mis ojos y quisiera ser colibrí, para beber el néctar de la flor azul que es tu boca, de donde emana miel, que invita a besar..., sigo recorriendo la isla y me guío por el aroma de tu sudor, que si no me equivoco, es de jazmín y menta, que rica liga, que llama a acostarme sobre ese jardín fresco.
Allá a la distancia, se denota un bosque reverdecido, creo que son los vellos de tu cuerpo, que brotan sobre la dermis, dando a entender que eres un atractivo hombre, con las características propias y admirables de un oso, yo imagino un oso grande, y albino, en esta isla no hay frio, pero el oso tampoco es polar, sólo es diferente al resto de la manada.
Detrás del bosque hay montañas, si, son montañas, y en la sombra que se refleja en la tierra veo, que es la forma de tu cuerpo que, muy perfecta creación divina aparece y forman altos y bajos, pero con cómodos caminos para recorrer.
Vuela mi imaginación y me cuelgo en el cuello de una palmera, que se mece al ritmo de la brisa, una brisa fresca, que da ganas de seguir ahí en esa altura, no me da miedo la altura, porque es tu cuello y debajo de mi, está una hamaca, formada con el entrelazado de tus manos, atada al tallo de la palmera con las cuerdas de tus brazos, y me sostienen, la brisa da en mi cara, mientras oigo un canto de gaviotas que pasan sobre ese cielo abierto y dicen..."TE AMO".
Esta isla provoca recorrerla de punta a punta, sentir la suave arena que está representada por la tersura de tu piel, oler el jardín natural formado por el reverdecido bosque húmedo y el perfume de la madera, probar la miel que emana de tus labios representado en el agua de los cocos, de la palmera, oir el canto de la gaviota, que pasa velozmente, pero repetidas veces, diciendo..."TE AMO", y por último ver o mirar y quedarme extasiada en los maravillosos colores de un arcoiris, formado en un bello atardecer, que invita a sentarse frente a ese horizonte, donde el cielo se confunde con el mar, y mi mirada se pierde, pero cuando reacciono, estás ahí, frente a mi, con tu cara bonita y limpia, esperando un abrazo cálido y reconfortante..., y un, "TE AMARE POR SIEMPRE"...Chao.

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