Esperar algo bueno del humano, es como esperar que las aves no vuelen...


Talvez este título paresca un poco duro y agresivo, pero si nos ponemos a observar la rutina del hombre, descubrimos que en cada paso que damos, vamos agrediendo, maltratando, humillando, golpeando, y hasta escupiendo sobre nuestros semejantes.
Pensando bien las cosas, esto no sucedería si todos fueramos un si o un no, pero por el simple hecho de ser diferentes y pensar distinto, ya somos contrarios, si lo vemos por el lado ágrio, nos tornamos mas agresivos que nuestro agresor, mas descorazonados, mas maltratadores y hasta obsenos, pero, si por el contrario, ponemos el corazón sobre la mesa de discusión, ya nuestros sentimientos juegan un papel muy importante, y sobre pasan el límite de las contradicciones, que nos conllevan a un mal entendimiento del juego de la vida.
Yo por mi parte puedo aportar, que siendo humanos concientes de nuestros actos y aptos, nos dejamos arrastrar por nuestras pasiones, todos somos iguales, no hay diferencia en nadie, porque todos los humanos nos dejamos arrastrar por igual, en mayor o menor cantidad de carga emocional, pero igual nos dejamos arrrastrar.
Aún no he conocido ningún hombre, ni ninguna mujer que controle sus instintos, y logre mantener el orden de su pensamiento, porque hasta los psicólogos y los psiquiátras, padecen esa misma conducta, ya lo dije , algunos en mayor y otros en menor intensidad.
Yo no critico eso, porque en realidad eso es un ser humano normal, lo que si critico, y con mucha puntualidad, es con la facilidad que tenemos de callar las cosas diarias, o acumular, y luego con un sólo gesto de rechazo, pretendes arreglar lo sucedido.
Yo particularmente, prefiero una persona parlanchina, que hable, grite, diga, se exprese, converse, pregunte, diga, opine, participe, emita su concepto, a aquella persona callada y pensativa...siempre he dicho que el silencio es el grito mas fuerte, porque detras de ese silencio, se esconde el mas desbordante volcán , que en cualquier momento explota.
Nunca deberíamos esperar nada bueno de ningún ser humano, y así nos evitaríamos, decepciones, desilusiones y fracasos, tampoco deberíamos idolatrar, enalteser, e, imaginar que alguién nos quiere mucho, porque el simple hecho de pensarlo y eso no sea así, causa un gran shok e impacto en nuestro interior, llegando a perturbar y desestabilizar nuestra alma.
Nunca digas nunca, porque mientras mas te aferras a un destino, mas se tuerce tu camino...Chao.

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