La luna que duerme sobre la playa ...


La vida sigue su rumbo, y cada cual su camino, pero la luna cada noche llega a dormir sobre la playa, y refleja en el mar su luz, su guía, su camino, su, su imagen suave, que lo único que hace es pasar suavemente su manita sobre ese mar calmado, pero furioso y misterioso.
Así es el amor de una mujer, dar luz, y pasar la manita pequeña, sobre ese hombre que ama, sobre ese gigante de pasiones, sobre ese inmenso amor.
Cuando hay dos vidas paralelas no hay ruptura que quepa entre ellos, así se cumple la profesía de que el amor es para siempre.
El amor debe ser pintado en un cuadro, donde el marco no deje salir ni un poquito de cariño, para que todo se funda en un solo sentimiento, cada frase sea de amor, cada caricia sea apasionada, cada sentimiento sea de respeto, cada mirada sea de deseo y donde cada paso, sea firme y de confianza mutua.
Siempre hay que dar las gracias a la vida, por encontrar personas que pasen horas a tu lado, dias contigo, años juntos..., en realidad lo importante no es contar el tiempo, lo importante es saber y comprender que sin ese ser no respiras y que cada segundo a su lado, ha sido de dicha y felicidad.
Mientras haya amor, hay logros, dichas, alegrías, cosechas prósperas, hay un corazón que palpita y una piel que suda. Mientras haya amor, hay esperanza, hay consuelo, hay armonía..., mientras haya amor, hay soluciones, y menos ganas de quedarse quieto.
Cada rayito de luna sobre la playa, es una caricia fingida, una caricia anhelada, una caricia faltante, una caricia robada, una caricia esperada, de esos amantes secretos que un dia se fueron al mar a vivir lo que deseaban.
Luna insinuadora, luna apasionada, vas dejando estela y mucha pasión, en la ondonada, miras a tu amante, le robas una mirada, y en un segundo , te conviertes en su amada..., parecen uno solo, son uno solo, tanto así, que entre ellos no cabe mas nada. Sólo el sentimiento, sólo el deseo, sólo un desespero, de estar en una sola almohada.
Ella llegó, se sentó en la playa, miró el horizonte, divisó a lo lejos, al levantar la mirada, una figura que imaginaba, una figura que deseaba. Era un caballero, de cabellera larga, de mirada altiva, y sonrisa amplia..., sus manos temblaban, su piel sudaba, su cuerpo bailaba, la salsa con ganas, aquella salsa suavecita, que ambos escuchaban, y que los adornaba.
Le tomo la mano, la llevó a su pecho, le acarició el cabello y muy despacito , le dijo al oido...¡¡¡ MI AMOR TE AMO!!!...ERES MI ADORADA.
Esa es la historia de la luna sobre la playa...Chao.

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