Hoy son tres (03) viernes de la muerte de mi mamá, aquél viernes fue horrible, aquella llamada, aquella noticia, aquella salida, aquellas colas (tráfico), aquella incertidumbre, y sobre todo aquellas ganas de que me despertara pronto de esa pesadilla...
Hoy la he recordado mucho, viendo sus cosas, indagando en sus pertenencias y hablando de las cosas que sucedían los viernes.
Hoy por ejemplo, mis clientes se acordaron que ella preparaba almuerzos y se los vendía, mi mamá traía esa rica comida, envasada en bandejitas de aluminio, y se sentaba aquí en esta silla donde estoy yo ahora sentada, y yo desde mi negocio le decía :"mamá, por favor, venga a despachar a la gente, salga de ahí, del anonimato".
Mi mamá trabajaba como ser alguno haya trabajado en su vida, ella contaba que comenzó a trabajar a los 16años de edad, como enfermera en una clínica frente a el Cuerpo de Bomberos, y ahí conoció a mi papá, mantuvieron un romance, se casaron y nacieron sus hijos. También laboró en diferentes hospitales, clínicas, dentro y fuera de la Ciudad.
En ocasiones nos quedábamos mi hermano y yo con familiares, porque ella, laboraba de noche, pasamos muchos inconvenientes, por llamarlos de una forma, hasta que cumplí mis doce años y le propuse a mi mamá, que buscara una vivienda, que yo respondía por los oficios caseros, y todo lo que conlleva llevar una casa acuesta.
Entonces, yo lavaba toda la ropa de la casa, limpiaba con mi hermanito, cocinaba, planchaba, y pare ud de contar, porque debía cumplir mi palabra, y hacer de esa vivienda un hogar para mi hermanito , mi mamá y yo..., y, ¡¡¡ lo logramos !!!.
Yo parto de la idea que todos tenemos un destino labrado, y escrito por Dios, porque cuando mi mamá conoció al papá de mi hermano , se enamoró, y decidió tener un hijo, tuvo la dicha de salir embarazada, eran morochos, perdió uno, la operaron, pero corrió con la dicha que quedó otro vivo, y se salvó, pués resulta que ella trabajaba con ese barrigón gigantesco, y manejaba, uno de esos dias de manejo, se ha volcado y rodó feo, se salió hasta del carro y el pantalón materno que cargaba, se le rompió y quedó en pantaletas...y se salvó ella y mi hermano también, otro dia ibamos a un sitio por carretera, había llovido y por esa zona pasan muchas gandolas, cosa que hace la vía peligrosa, pués la señora fue a frenar el vehículo, y se colió, y comenzamos a dar vueltas en el centro de la carretera, hasta que el carro se detuvo, y quedamos mirando hacia la vía contraria, de donde veníamos. Y no nos pasó nada.
Una vez mi mamá venía de la Ciudad de Valencia, para la Ciudad de Maracay, venía trasnochada de trabajar, e iba hacia allá, porque ahí estábamos nosotros, sus retoñitos, Rafita y Joseito, las niñas de sus ojos, en ese momento, y cuando venía por el peaje de Tapa Tapa, entrandito a la Ciudad de Maracay, se desvió de la carretera y entro en un sueño profundo, se quedó dormida y entró en el monte. Ahí quedó por un instante, hasta que llegaron personas del tránsito terrestre y la despertaron.
Así como estas cosas o historias que cuento , hay muchas, porque mi mamá siempre tuvo carro. Su último vehículo, era un fiat spacio, en ese carrito nos llevaba a todos a todas partes, a mi hermano saúl al empleo, a mi hijo mario a la universidad, a los moros al colegio, a mi al empleo también y cualquier persona que conseguía en la vía, le daba el aventón. Lo importante era hacer favores, siempre.
Recuerdo que el dia antes de morir mi mamá, ella vino a mi casa, y estuvimos toda una tarde compartiéndo, nos reimos bastante, y hechamos chistes, y además me dijo que iría a la Ciudad de Caracas en compañía de Pedro, lo único que la angustiaba, era que el dia del viaje era viernes, y ella no acostumbraba a salir los viernes, porque siempre decía que sus clientes de la peluquería merecían respeto y la esperaban ese dia y el sábado también.
Ultimamente yo le decía a mi mamá, que no se detuviera por nada ni nadie, y que si tenía que salir con Pedro, que saliera, que aprovechara, porque el dia de su muerte, buscaban otra peluquera, y que el recuerdo duraría una semana , cuando mucho.
Ese jueves, ella dijo, me voy Rafa, me voy y regreso rapidito, porque Caracas es ahí mismo, y vamos y venimos rápido, y trabajo en la tarde.
La hironía de la vida es una lección de vida, porque la mujer cuidadosa, la mujer práctica, la mujer trabajadora, que siempre pensaba en todo y todos, la que no viajaba los viernes..., ese VIERNES se fue y no regresó..., se fue a un viaje sin retorno, y de donde no podrá regresar jamás... pero permanecerá en el sitio mas importante, en nuestros corazones y en el recuerdo de un ...¡¡¡ TE AMAMOS MAMA!!!...Chao.
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