¡¡¡El Perdón!!!...2da parte.


Dentro de aquel sanatorio, existen historias deprimentes, pero son historias reales; oi de una señora que es alcohólica, y está recluida ahí, porque sus hijos la llevaron y la dejaron, también oi de una mujer con 4 hijos que, fue engañada por el esposo y perdió la razón, o huyó hacia adentro para no enfrentar la realidad, existe otra historia, que es también real, como las anteriores.

Esta es una joven de cierta edad adulta, que vino al mundo como todo niña, sana, inocente, risueña y con toda una vida por vivir. Fue criada por su padre y su madre, bajo las mas estrictas medidas de expresion afectiva, ya que, su padre y su madre no congeniaban, así transcurrió el tiempo , y la niña tuvo dos hermanitos, un varón y otra hembrita.

La relación marital sufrió un quebrantamiento que desencadenó, una serie de situaciones de violencia doméstica, lo cual terminó con el cariño, afecto, amor y respeto de aquella familia. La madre se fue del hogar y sus 3 pequeños hijos quedaron con el padre y sus edades obcilaban entre 5,4 y 2 añitos. Todos unas criaturitas, necesitadas de afecto, ya que en los primeros 7 años de vida, es cuando un ser humano necesita atención, orientación, afecto y sobre todo situaciones sanas, que conlleven a un equilibrio emocional, que a su vez, den el desarrollo de personalidad para el futuro.

Bueno sucedió que esta niña creció, fue al preescolar, a la escuela, al liceo y comenzó la universidad. A los 14 años de vida, en plena adolescencia, huyó de su casa, decía que quería liberarse de aquel yugo, su padre mantuvo siempre una aptitud hostil y vacía hacia ella y sus hermanitos, no permitiendo que tuvieran contacto con su madre, ni familiares cercanos.

Así es como ella partió de esa casa, que no podemos llamar hogar, porque una casa la podemos tener todos, mientras tengamos un albergue que nos cubra del frío del medio ambiente, pero, ¡¡¡UN HOGAR!!!, no todos tenemos la dicha de tener, porque un hogar es aquel que de tanto afecto, nos guarda el interior o el alma, del frío de la soledad, del frío del desamor y nos permite entender, que pase lo que pase, siempre habrá una forma de vivir en familia; y que nos demos cuenta que "EL CORAZON TIENE RAZONES, QUE LA RAZON NO ENTIENDE"..., creo que los 3 niños de esta historia, eran muy pequeños, como angelitos indefensos y aun incapaces para ejercer un perdón, a la vida, al destino, al universo o a los que los procrearon...Chao.

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