Un velero en altamar...


Que bonitos los veleros, que bonitos los barquitos, y sobre todo cuando nevegan en mar, sea calmado o agitado.
Cuando un velero navega, se deja llevar por la brisa, por el tiempo, por el clima, y no se puede ir en contra del clima, porque lo que se lleva en contrario de el ritmo natural de la vida, sale mal.
Cuando la barca se deja guiar por la calma del agua, navega en paz y tranquilidad, mas no es posible, que con la tormenta se pueda navegar con la misma calma. La tormenta es para agitarse y buscar una salida rápida, que talvez no es la adecuada, pero la que tenemos a nuestro alcance.
Cada ser humano es una barca o un velero, y nuestras vidas son las olas, que van a prisa o en calma, y los problemas o visisitudes es la brisa o el clima que nos indica, cuando partir, o cuando anclar.
Cualquiera cree que navegar sobre un mar calmado y sereno es fácil, pero no, porque debajo de esa calma y serenidad hay peces, rocas, algas, y, hasta pedazos de barcos que una vez naufragaron, así es la vida de cada uno, o mejor dicho el alma, a veces vemos personas calmadas y tranquilas, y dentro del mar de su corazón hay restos de un pasado, que podría desbordarse y causar un sunami, que terminaría en trastornos emocionales.
A mi particularmente me encanta el mar, su calma, su olor, su brillo, su sonido, su rebulicio y su manera de decirnos que no somos dueños de nada, porque si el quiere nos abarca o nos arropa con sus aguas.
A veces quisiera remojarme en el salitre de su alma, y ver como arropa mis sentimientos y cubre mi vida con su sal..., la sal de la vida es importante, porque la sal simboliza el sabor, lo sabroso, lo gustoso, y hay veces que nuestras vidas necesitan un tantito de sabrosura.
Una locura no estaría mal, una locura entre un velero en altamar y una tempestad enfurecida. Es parecido a la locura entre un hombre y una mujer, eso es algo bello y deseable, algo que hace vibrar la piel y el estómago, un velero adorna el mar, un amor adorna a los enamorados, la playa envita a compartir la emoción del agua, un beso invita a saborear la locura de tu boca.
Ahí está el, ahí está ella, ahí podemos estar o dejar de hacerlo, no importa, lo que importa en realidad es lo que se siente, lo que se vive, lo que queda en la piel, al igual que queda en la arena cuando el agua pasa.
Hay una mujer enamorada, hay un hombre apasionado, hay una vida juntos, y un mar que los espera, y un dia, ahí llegarán, juntos, y para siempre..., porque no se trata del mar, se trata de una cita, se trata de una vida, se trata de UN AMOR..., "quien se tropieza y no cae, ha avanzado dos pasos"...Chao.

1 comentarios:

Quien se tropieza y no cae, ha avanzado dos pasos. Y quien tropieza y cae ha aprendido que por ese camino no se debe pasar. Así que los tropiezos son tan beneficiosos como todo aquello que nos pasa, lo veamos como bien o como mal.

 

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