A partir del momento que nacemos y compartimos juntos y a veces revueltos, sobre este maravilloso planeta tierra, podemos decir que tenemos la misma categoría de importancia, y el mismo valor material, moral y social. Pero hay detalles que no debemos obviar ni olvidar.
Cada quien con su cada cual, porque es inevitable que si no hay mezcla de igualdad, no hay fluidez territorial. Esto lo digo sin ánimo de maltratar, ni menospreciar, ni mucho menos catalogar diferencias entre una raza y otra. Pero imagínense uds, una pareja entre dos países con idiomas distintos, o una de esas personas que nacen forrados en oro y vayan a vivir a un sitio en condiciones precarias y paupérrimas, o un individuo con mala conducta social que pretenda unirse a aquella que sólo conoce de valores morales, toda regla tiene su excepción, es cierto, pero las disparidades traen complicaciones.
No con esto quiero decir que no somos importantes cada quien en su categoría, y que cada uno tiene su valor, sólo que como individuo pensante debemos ubicarnos en nuestro tiempo y lugar, no tratando de invadir otro espacio.
Partiendo del respeto, podemos lograr que nuestro mundo y el mundo de nuestros semejantes sea digno de vivir, sin mezquindad, sin tropiezos absurdos, sin miseria de alma, sin malas intenciones y sin la envidia que caracteriza al ser humano por excelencia.
Cuando aprendamos a conocernos y vernos como lo que somos, y aceptemos que cada quien tiene una misión en la tierra que debe cumplir porque para eso vinimos, y cada individuo debe poner en práctica su propio plan para salir adelante, claro, que si no funciona tu plan A, puedes usar el plan B, pero no te quedes de brazos cruzados, sin dar respuesta a los ataques o vicisitudes de esta vida. Es ahí entonces cuando descubriremos que lo importante en esta vida, es hacer honor a nuestro creador.
Una vez creada la tierra, Dios nos dio libre albedrío, y nos mira con sus ojos de piedad, dándonos a entender que, quien se desvía somos nosotros mismos, porque el nos quiere unidos y satisfechos de nuestros hechos y compromisos. Lean este relato.
" Un dia de estos, se encontraban los colores del arco iris discutiendo entre ellos, para ver quien era mas bonito o mas importante, y decían: Verde: soy símbolo de la vida y esperanza cubro el campo y las hojas. Azul: tu sólo piensas en la tierra, pero también debes pensar en el cielo y el mar, el agua es el fundamento de la vida, el cielo de espacio, paz y serenidad. Amarillo: uds son tan serios, yo traigo risa y alegría, el sol es amarillo, y al mirar un girasol todos sonríen, sin mi no habría diversión. Anaranjado: yo soy el color de la salud y la fortaleza, llevo las vitaminas mas importantes, piensen en la zanahoria y la naranja. Cuando lleno el cielo con el amanecer o la caída del sol , mi belleza es mas impresionante. Rojo: soy el que gobierna, soy la sangre de la vida, estoy dispuesto a luchar, soy la pasión y el amor. Violeta: soy de la realeza, el poder de los reyes, comandantes y obispos me han escogido porque soy el símbolo de autoridad y sabiduría, la gente me escucha y obedece. Blanco: soy el color del silencio, dificil me notaré, pero sin mi todo sería mas superficial, represento el pensamiento y la reflexión. De pronto cayó un destello impresionante, y comenzó a llover, los colores sorprendidos, se agacharon y comenzaron a unirse para abrigarse unos con los otros, y resguardarse de la torrencial lluvia. Esta al ver ese efecto, les dijo: colores necios, se han pasado buen rato, hablando de uds mismos y no se han dado cuenta que cada uno fue creado con un propósito especial, único y diferente. Tómense de las manos y únanse, y vengan a mi, y hagan saber con esto que TODOS PODEMOS VIVIR EN PAZ, así que cada vez que cae una lluvia, sale el mas bello arco iris, como símbolo de esperanza para un mañana y que lo que Dios quiere decir con esto es que PODEMOS AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS, porque diferentes unos y otros, juntos podríamos hacer un pacto de unidad."
Solamente en la quietud de nuestra alma y corazón, escucharemos los susurros de nuestro creador, y es ahí donde comprenderemos que no estamos aislados unos de otros, un poco diferentes si, pero no aislados, y el simple hecho de vivir cada quien en su espacio o lugar, no quiere decir, que alguna vez necesitemos uno del otro.
Viviendo en armonía universal, compañerismo espiritual, hermandad mental, y aplicando la sabiduría de los cinco sentidos, podemos salir adelante.
Lo único que me resta decirles, y es muy cierto es que TODOS SOMOS CONFRONTADOS CON UNA SERIE DE GRANDES OPORTUNIDADES, BRILLANTEMENTE DISFRAZADAS COMO SITUACIONES IMPOSIBLES...Chao.
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