¡¡¡ El olor del recuerdo !!!



Existe una frase muy cierta que nos dice que vivamos un dia a la vez, y ese dia es hoy. Hay dos dias en toda semana por los cuales no nos debemos preocupar, dos dias que no nos deben inspirar temores ni aprensiones. Uno de ellos es AYER, con sus errores y preocupaciones, sus faltas y olvidos, sus penas y dolores. Ayer se fue para siempre, está fuera de nuestro control. Todo el dinero en el mundo no podría comprarnos un ayer. No podemos desandar el camino recorrido. No podemos borrar ninguna palabra dicha. Ayer se nos fue para siempre.
El otro dia por el cual no nos debemos preocupar es MAÑANA, con sus posibilidades adversidades, sus lastres, sus grandes promesas y quizás también sus posibles fracasos. Mañana está fuera de nuestro inmediato control. Mañana de nuevo saldrá el sol, ya sea en todo su esplendor o tras una cortina de nubes, pero se levantará. Hasta ese entonces, no podemos hacer nada con el mañana, pues es un dia que todavía no ha nacido.
Esto nos deja sólo un dia...HOY. Cualquier hombre puede luchar la lucha de un dia. Unicamente cuando se añaden los lastres de esas dos terribles eternidades, ayer y mañana, es cuando no podemos soportar la carga. No son las experiencias ni los hechos de un dia lo que llega a enloquecer al hombre. Es el remordimiento y la amargura de algo que sucedió ayer y de muchos ayeres, o el temor de los que el mañana les pueda traer. Pongamos pues todo nuestro empeño en vivir...SOLO UN DIA A LA VEZ...
Luego de lo comentado antes y en relación al título del blog que hoy les brindo, podría decirles que cada dia trae su afán, es cierto, pero no es menos cierto que los recuerdos tienen un olor específico. Como por ejemplo: el olor de los creyones de colores de la escuela, el lápiz y el cuaderno nuevo, el olor de la merienda que mamá me metía en la viandita para comer en la hora del receso, el olor del mar cuando íbamos a la playa, el olor a leña cuando mi tatarabuela cocinaba, el olor del talco cuando colocaba el pañal a mi hermano menor, el olor del shampoo cuando me bañaba en casa de mi abuela en época de vacaciones, el olor de la sonrisa de mis hijos, el olor de los domingos en casa de mi abuela y preparaba carne molida con arepa, y tomábamos pepsi-cola fria, las sábanas limpias de las camas de mi casa.
Hay olores mágicos e irrepetibles, que te hacen ir al cielo y volver a la tierra con la alegría mas grande que el mundo pueda imaginar. También hay olores que aunque son recuerdos no son muy agradables que digamos, por ejemplo: Una tumba fria, la partida de una mascota, la ida de un amor, la ruptura inexplicable de una amistad, la ida y vuelta de un te quiero que se convirtió en te quise, el llanto de un alma confundida, la sombría mirada de un indigente.
Todo causa un olor que proviene de un profundo sentimiento, sea agradable o desagradable, podemos oler sin palpar, sin ver, sin degustar, sin sentir...sin oler siquiera. Pero no es necesario ser un letrado, ni un sabio de la vida, o talvez uno de esos científicos reconocidos, porque en realidad lo único que hace falta es ser un grandioso y maravilloso ser humano viviente, si viviente, porque habemos muchos sin vida y caminando que es lo mas cumbre del caso.
Lo único y verdadero que quiero expresar en este escrito, es que aunque la vida nos empuje y a veces tropezamos y caemos, hay que tratar de apoyarse así sea en el suelo y levantarse.
Y es en ese instante que el olor de los recuerdos hacen maravilla en ti, porque como buen humano, y haciendo honor a nuestro padre celestial, utilicemos nuestros mejores recuerdos y los no tan buenos, no es que los olvidemos, sino que los tomemos de referencia para afianzarnos en que la vida está llena de esto...de cosas buenas y otras no tan buenas...Chao.

0 comentarios:

Publicar un comentario