Una receta muy particular !!! .


Ayer comenzó una nueva historia, que lleva consigo ilusiones, sueños, anhelos, pero con todo eso arrastra también los lastres de un pasado y de un futuro que al convertirse en presente, nos maltrata.
Digo esto porque en realidad la vida no es tan dulce como quisiéramos, y nos lleva a un mundo de desilusiones y traumas inconcebibles que nos desalientan y nos hacen sentir muchas veces culpables, por cosas o situaciones que ni son responsabilidad nuestra.
En un andar y venir de cuerpos, en un ir y venir de respiraciones, en un ver y oir de pensamientos, en un sentir y palpitar de almas con o sin corazón, podemos descifrar que el dia a dia, no es otra cosa que simple transito de vidas, vivas o muertas, a las cuales les circula sangre por las venas.
Somos un conjunto de órganos frágiles que se fortalecen con las alegrías y se debilitan con los problemas, que actualmente conocemos como strees. Pero que en realidad, no son otra cosa que, pruebas en serie, que vienen marcadas con un destino definido, claro, que no sabemos , imaginamos o conocemos, pero , ahí está.
Es por esto que me atrevo a darles una receta, que yo tambien aplicaré, para este nuevo ciclo de destinos. Una receta para continuar deseando un feliz dia cada dia. Una receta que nos guie, y nos haga saber que existe un Dios, que conspira con el universo para darnos lo mejor de este planeta...


RECETA


Tomemos doce meses completos, límpielos prolijamente de toda amargura, odio y celo, póngalos tan frescos y limpios como sea posible.

Ahora corte cada mes en veintiocho, treinta o treinta y un partes diferentes, pero no junte todos los pedazos al mismo tiempo. Prepárelo un día a la vez a partir de estos ingredientes.

Mezcle bien en cada día una parte de fe, una parte de paciencia, una parte de tolerancia, una parte de valor y una parte de trabajo.

Agregue a cada día una parte de esperanza, fidelidad, generosidad y bondad. Combine con una parte de oración, una parte de meditación y una de buenas obras. Sazone el todo con una dosis de buen ánimo, un rocío de diversión, una pizca de juego, y una taza de buen humor.

Vierta todo esto en un recipiente de amor. Cueza a fuego lento sobre gozo radiante, aderece con una sonrisa y sirva con quietud, desprendimiento y alegría. Así obtendrá un buen alimento para el alma y la vitamina para el corazón...Chao.




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