...Si afinas el oido, podrás escuchar...¡¡¡ agárrate !!!.

Esta vida va tan rápido y tan agitada, que muchas veces nos acostamos y nos levantamos sin detenernos en hablar con nuestro creador. Con nuestro dador de vida.

Vamos y venimos, hablamos y callamos, despertamos y dormimos, y así sucesivamente seguimos en un ir y venir de situaciones, que nos desligan total o parcial de El. No vemos la importancia de mirar un poquito mas allá de la realidad de esta vida, y decirnos a nosotros mismos, ¡¡¡ ya va !!!, detente, y preguntarnos, ¿ a quién le debemos este dia o esta noche, o este alimento, o este empleo, o esta familia..., o simplemente esta vida?.

En realidad, no es que no nos importe, es solo que mientras nuestro padre nos trate con tanta dulzura y amor, no nos detenemos en lo que creemos son pequeñeses. Pero tanto para El y nosotros debería ser importante mirar mas allá de nuestras narices, un poquito mas profundo, de lo superfluo de la vida, del ruido del mundo, donde solo importa cuánto cobrarás en un determinado empleo, o como quedará tu cabello en la peluquería, o que dice de nuevo la vecina de su vida familiar, o que sucedió allá en la otra esquina de mi casa anoche..., por eso no vemos que en realidad lo importante en este revoltillo de mundo, es, agarrarse de la mano de Dios.

PARA COMPARTIR

Una niña pequeña estaba muy nerviosa ante la perspectiva de montar a caballo por primera vez, aun cuando iba a montar detrás de su abuelo, que era un excelente jinete. Cuando sus padres la ayudaban a montarse en el caballo, ella gritó: ¿Qué hago ahora? ¡Yo no sé montar a caballo! ¡Nunca lo he hecho antes! ¿Qué hago?.

Su abuelo le respondió con un tono reconfortante: No te preocupes del caballo, ni de cómo montarlo. Solo agárrate de mí, mi amor, solo agárrate de mí.

MORALEJA:

¡Qué gran consejo para nosotros hoy! Pensamos que nuestro día va a ser lento, pesado y aburrido, pero resulta es un día bien movido y agitado, como el paseo de una montaña rusa. En esos días es cuando necesitamos aferrarnos a nuestra fe en el Señor y permanecer en la montura de su amor...No te sientes a esperar que pase la tormenta, aprende a bailar bajo la lluvia...Chao.