Ayer, hoy y mañana..., siempre saldrá el SOL...


Un dia nos levantamos y miramos la atmósfera, talvez un dia sea nublado y otro también, pero ten la seguridad que ahí detrás de esas nubes, está el sol, un sol maravilloso y radiante que nos indica, que la vida vale la pena vivirla, con y sin las contrariedades del infinito.
Lo radiante lo sientes aunque no lo veas, así sucede con tu vida, lo radiante de la vida se siente en el interior, aunque tus nubes grises quieran opacarlo.
No debemos desmayar, aunque el mundo se oponga, y si un dia te ponen a tope del barranco, sigue mirando arriba, ese azul, y espera en él...
Quisiera compartir un cuento, de esos que me gustan y que transforman nuestro dia.

NUNCA TE DES POR VENCIDO:

Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un “chivo expiatorio”, para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas esperanzas de escapar al terrible veredicto: ¡La horca! El juez, también comprado, cuidó, no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado:
- “Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino: vamos a escribir en dos papeles separados las palabras ‘culpable’ e ‘inocente’. Tú escogerás y será la Mano de Dios la que decida tu destino".

Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: ‘CULPABLE’. Y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

El juez ordenó al hombre tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon:

- “Pero, ¿qué hizo...?, ¿y ahora...?, ¿cómo vamos a saber el veredicto...?”.

- "Es muy sencillo", respondió el hombre, "es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué”.

Con un gran coraje disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.
"TRANSPORTA UN PUÑADO DE TIERRA TODOS LOS DIAS Y CONSTRUIRAS UNA MONTAÑA"...Chao.


0 comentarios:

Publicar un comentario