No vinimos a hacerlo igual..., vinimos a hacerlo diferente.


En realidad lo diferente no está en los inventos que podamos hacer o crear, lo diferente está en lo que vivamos cada dia, y por nosotros mismos, incluyendo en ese vivir, la alegría, la vivencia bonita, las experiencias inolvidables, la ayuda mutua, la sonrisa regalada y expontánea, la palabra de consuelo sin esperar nada a cambio, el amor sincero que venga del alma, y si fuera posible una caricia..., una que provoque sensaciones, que de escalofrío, que sin emitir palabras diga todo con su tacto.
No olvidemos que nuestras vidas van dirigidas por unos hilitos mágicos e invisibles, que nos dan el movimiento(del alma digo), y que esos hilos son movidos por nuestro creador, por lo tanto, no olvidemos en nuestra vivencia, y para completar lo diferente..." LA ORACION". No hay que tener miedo, temor o evadir esta palabra(orar), porque orar no es otra cosa, que hablar sinceramente y al grano con DIOS.
Diferente no es el que le falta un dedo, diferente es, el que teniendo todos los dedos, los usa para señalar a otro. Diferente no es el que está postrado en una cama con alguna enfermedad terminal. Diferente es, el que teniendo vida para regalar, la quiere terminar con mezquindades e hipocresía. Diferente no es el que recoge latas y duerme en la calle, como indigente. Diferente es aquel, que teniendo donde vivir, y con familia, no se refugia ahí, ni comparte con sus afectos. Diferente no es el ciego, el mudo, el invalido, el sordo..., diferente es aquel que teniendo todos sus sentidos, no usa ninguno para mirar el cielo, oler el mar, sentir la brisa, saborear un helado, oir la música o simplemente vivir y dejar vivir.
Caminamos por un largo sendero, y siempre hay dos caminos, porque aunque veamos varios, no olvidemos que en la vida hay desiertos y estos producen espejismos. Y si nos dejamos llevar por un espejismo, podríamos equivocarnos y fracasar. No menospreciemos el fracaso, porque de esa experiencia también se aprende, lo que debemos cuidar es que el fracaso no nos lleve a ser fracasados.
Mirando un poco mas allá de lo que está delante de nuestra vista, les voy a compartir una historia, de esas rebuscadas, de las que me gustan, para mi, son historias que nos traen un mensaje, y se las voy a regalar:


Una historia para compartir

Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuviera.
El joyero le presento uno. La hermosa piedra, solitaria, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.
El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó.
Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo.¿Se va usted a casar pronto? - Le preguntó el joyero.
¡No! - respondió el muchacho - Ni siquiera tengo novia.
La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador.
Es para mi mamá - dijo el muchacho - Cuando yo iba a nacer estuvo sola. Alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas. Pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Muchos.
Fue padre y madre para mí, y fue amiga y hermana, y fue mi maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso.
Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella.
Quizás después entregue otro anillo de compromiso. Pero será el segundo.

El joyero no dijo nada. Solamente ordeno a su cajera que hiciera al muchacho el descuento aquel que se hacia nada más a los clientes importantes.


MORALEJA:

La vida es una sucesión de momentos para disfrutar..., no es sólo para sobrevivir..., lo diferente está en tu interior... Chao.

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