Somos nosotros mismos quien nos valoramos o nos desvaloramos, porque el amor propio parte de nuestro interior, y sin importar cuán valedero es para el resto del mundo, lo que valgamos o no.
Si a nuestro alrededor nos relacionamos con diferentes personas, como de hecho es, pero entre estas encontramos a grupos con características distintas que a su vez, nos guían por senderos, que a veces desconocemos o conocemos, es una vida normal.
En este recorrido, no cabe la posibilidad de mal interpretar nada, porque todo está dicho y solamente de Dios es la gloria y la honra, y el libre albedrío es lo esencial para seguir adelante y continuar.
..., Erase una vez un rey que necesitaba encontrar la mujer ideal, y hacerla su esposa. El cada dia aceptaba complacencias de distintas damiselas, cada una a su manera demostraba al rey, el amor que profesaban, dando placeres corporales, riquezas, belleza , pero ninguna llenaba los requisitos ni satisfacian los deseos del rey. Un dia, llegó al reino una mujer andrajosa, con vestimenta pobre y aspecto deplorable, tuvo que rogar mucho para que la dejaran hablar con el rey, hasta que al fin este la recibió, y la oyó.
El rey asombrado por su aspecto, le preguntó, ¿ mujer, sabes lo que deseo ?, y ella mirándolo a los ojos con el mas sublime amor, le dijo, si mi rey, si se, entonces el dijo, ¿ y que eres capaz de hacer para demostrarme que eres la mujer que busco afanosamente ? y ella respondió, no tengo nada material, solo el amor inmenso que siento por ti es lo que puedo darte, soy capaz de apostarme en el balcón del castillo, a la interperie, pasando frio y bajo el inclemente sol, por 100 largos dias, ahí estaré y pasaré hambre y sed, todo eso soy capaz de hacer por ud mi rey. Y el rey dijo, que si el veía eso, y pasaban esos 100 dias, se casaría con ella y la haría proclamar reina.
Así transcurrió el tiempo y el rey se asomaba dia a dia a ver a la mujer y con el dedo pulgar hacía señal de apoyo, el era testigo de lo que la mujer vivió dia a dia, la gente contenta decía, al fin habrá reina en el castillo, y pasaban los dias, hasta que llegó el 99 y amaneció el 100, y cuando faltaba una hora para que se cumpliera lo prometido, la mujer se levantó y sin decir nada, miró al rey y se fue a su casa.
Todos quedaron perplejos con tal decisión y ella no dio explicación, sólo a su padre que la veía acostada y enferma, desmejorada por tanto sacrificio, le explicó. Estuve 99 dias y 23 horas ahí, soporté calamidades y no me liberó del sacrificio que sólo por amor hacía, me veía padecer y no tuvo piedad. Esperé todo este tiempo un atisbo de bondad y consideración y no llegaron. Entonces entendí :" UNA PERSONA TAN EGOISTA, DESCONSIDERADA Y CIEGA, QUE SOLO PIENSA EN SI MISMA, NO MERECE MI AMOR".
MORALEJA:
Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia, y hasta rogar... aunque te duela RETIRATE. Y no porque las cosas se tornen dificiles, sino porque, quien no te haga sentir valorado, quien no sea capaz de dar lo mismo que tu, quien no pueda establecer el mismo compromiso, la misma entrega...Simplemente NO TE MERECE...Chao.
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