Erase una vez un hombre, que vivía en un sitio lejano, un sitio donde el salía a laborar, y el resto del tiempo era una vida común y silvestre. Ese caballero, cumplía obligaciones como cualquier ser humano, sin saber que pertenecía a la realeza, y en su categoría era, ¡¡¡ un principe !!! ...
Un príncipe muy hermoso, alto, blanco, elegante, lleno de vitalidad, con una cabellera larga al estilo de la gente de su clase, con una sonrisa amplia y sincera, y una mirada profunda y seductora. Su nombre ?, su nombre era "Corazón ".
Un dia, en esos ir y venir por su rutina, se tropezó, con alguien ..., si, con ella, con una mujer, una chica de aspecto serio, muy observadora, un poco palca y sombría, ella esperaba algo, no sabía que era, pero ahí estaba, el la miró, la ubicó y le conversó.
Ella respondió, aunque con duda, pero educada...su nombre?, su nombre era "Alma "...
Así comenzó la historia de aquel príncipe y esa muchacha..., la historia de Corazón y Alma. Transcurrió el tiempo y llegaron a amarse, tanto que ya no podían vivir el uno sin el otro, los dos formaban una sola respiración, un solo sentimiento, un mismo pensar, miraban el mismo horizonte y palpaban la misma emoción.
Se prometieron amor eterno, un amor de primavera, de otoño, de invierno y verano, porque este amor comenzó y no tiene fin. Este amor tiene tendencia a lo infinito, porque cada uno le quitó al otro la duda, hacia el engaño y el olvido.
Comenzó, permanece y perdurará en el tiempo, en el espacio, en las vidas, sea esta o la venidera, porque este amor tiene raices fuertes que promete seguir mas allá de la muerte.
Así Corazón y Alma, sueñan, conversan, imaginan, y, esperan en Dios. Cuando el sentimiento es sincero, no existen fronteras, no existen barreras, no existen obstáculos que puedan interponerse, ante un hecho tan sublime como lo es..."El Amor"...Chao.
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