Hay un camino de calles de cemento, muy largo y transitado, a los lados, hay llanto, desesperación, resentimiento, ganas de levantarse, gritos..., muchos gritos, que nadie sabe comprender.
Ahí, está, justo allá, a unas cuantas cuadras, y siempre que vas llegando, imaginas que está esperando a alguién..., a quién podría esperar ?, bueno podría esperar a las personas que siempre tuvo a su lado, a aquellas personas que la amaron, y que ella amó, a su manera pero amó.
Es un sitio de calma, de paz, solitario, si, muy solitario, pero sabroso para pasar un rato ahí, callado o conversando, porque si no lo sabían, ahí se puede conversar. Bueno, yo converso, y no a solas...
Ahí sentada recordé mi infancia, que fue como cualquier niña, con amigos, amigas, juegos , muñecas, responsabilidades, escuela, mamá, abuela, tio, hermanos..., y un papá que existía, mas no estaba conmigo, pero existía. Lo mas chévere de ser niña única en mi casa, es que los amigüitos eran todos varones porque buscaban a mi hermanito, y yo jugaba, canicas ( metras ), papagayo (cometa), perinola, trompo, al escondite, fusilao, beisbol, futbol, basketbol..., caramba, que dias mas bonitos.
Bueno como todo niña de esa época, era una inocentona a toda carrera, y muchas veces me portaba mal, lo cual hacía que mi mamá, mi abuela o mi tio me castigaran. Muchas veces, habían castigos excesivos, pero no quiero hablar de eso...hay que vivir o recordar lo que nos da oxigeno al corazon, no lo que nos roba la pureza del alma.
En realidad no era mi abuela, era mi tatarabuela..."Estefanía", ella crió a mi mamá, en compañía de mi bisabuela "Antonia". Eran unas personas especiales, siempre quisieron lo mejor para su
familia. Eran estrictas, en todo, y cuando digo todo , es todo.
Cocinaban rico, eso hacía que todos los dias , oliera a hogar y cariño. Había olor a leña, y se veía el humito bonito que salía hacia arriba, recuerdo muy bien aquella casita tipo campo, con un patio enorme, con arboles frutales, que hasta nos podíamos montar sobre ellos, y comer la fruta directamente, que bellos recuerdos.
En lo que llamabamos jardín, había una mata de parchita, uyyy!!!, que rico, yo agarraba la fruta con la mano, y me la comía pura o con azúcar, ¡¡¡ uhmm!!!, aún me huele a leña...
Ahí pasamos mi hermanito josé y yo, muchas cosas, cosas bonitas, tristes, desagradables, bonitas, lamentables, bonitas, y bonitas...jajajaja, creo que me excedí en lo de bonitas, pero es que asi quiero recordar las cosas..., muy bonitas.
Había un perro, llevaba por nombre, boca negra, porque era amarillo pelo duro y con la trompa u hocico negro...jajaja, que bello boca negra. Al lado de la casa quedaba una quebrada(arroyo), o rio pequeñito, con agua cristalina, que corría con un ruidito, o mejor dicho sonido de esos de las fuentes que hoy colocamos de adorno, y se oye el agua que pasa sobre y entre las piedras.
Hay ruidos inolvidables y sonidos, que nos despiertan a la vida, y nos producen bonitos recuerdos, y aquellos recuerdos no muy agradables, aquellos que nos hacen sudar pero de ira, mejor dejarlos en el mejor sitio, yo he conseguido un sitio ideal..., saben cual es ?, el universo en todo su esplendor.
Hoy pienso en cada persona que ha pasado por mi vida, sea familia, conocidos, amigos, compañeros en algo, sean femeninas o masculinos, y digo..., ay de aquel, que dejó de hacer algo, o se excedió en su desdén, ay de aquel que vio algo y lo envidió, ay de aquel que mas allá de sus buenos deseos, se perturbó con algún mal pensamiento, ay de aquel que sin saber tomó la venganza por sus manos, ay de aquel que blasfemó y criticó a un semejante, ay de aquel que hizo llorar a otro sin saber, por una maldad oculta, ay de aquel que dijo : creo en dios pero no hace lo que el padre quiere..., ay de aquel que es vanidoso y sólo mira su entorno, sin fijarse en que en otros sitios hay hambre, terremotos, miserias, pobreza, y no solamente de inmuebles, sino también de alma y corazón..., ay de aquel que transita caminos y no llega, o no puede llegar, porque no puede o no quiere... Chao.
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