¡¡¡ El umbral de una despedida !!! ...


Nunca me han gustado las despedidas, así sean para decir..."Chao".
Siempre he sentido que las despedidas son tristes y muy deprimentes, cuando amanece es un dia hermoso, sobre todo cuando es dia de lluvia, me gusta ver caer las gotas frías y muy tupidas de agua, que dan la imagen de riego bendito.
Cada vez que amanece trae el dia consigo, el abrir a la esperanza, a la vida, a un camino lleno de ilusiones, adornado con flores azules, me fascina el color azul, ese azul del sonido del mar, ese azul del brillo de las estrellas por la noche, ese azul de la mirada de un bebé recién nacido, ese azul de las gotas de lluvia que dibujamos en el cuaderno escolar..., ese azul, si ese azul tan bonito, que encontramos en el corazón de un hombre enamorado.
Me gustaría que nunca hubiera un final, pero sería algo absurdo, porque todo exceso es dañino, si no termina el dia, no disfrutaríamos esas preciosas noches del mundo, si no termina un empleo diario, nunca podríamos compartir nuestros ratos con nuestra familia, si no termina una edad, no disfrutaríamos crecer y procrear nuestra descendencia y ver surgir las canas de la experiencia de los años, si no termina un dia lluvioso, no disfrutaríamos la salida de ese astro maravilloso llamado sol e igual sería si no termina el dia soleado, jamás disfrutaríamos la penumbra de la luna y su maravillosa complicidad ante un par de enamorados.
Todo tiene un comienzo y un final, nacemos morimos, comemos y evacuamos, dormimos y despertamos, salimos, llegamos, entramos, salimos y así, vamos, por la vida dando un paso adelante y otros dos hacia un futuro, que nunca muere..., los que morimos somos los humanos.
Muchas veces tenemos un A.C.V. moral, que no hace falta ser detectado por un médico, porque estamos muertos en vida o vivos sin vida, no se sabe, y seguimos en pie y viviendo, pero sin vida, osea, vamos caminando y compartiendo de forma mecánica, sin detenernos a dar afecto, ni recibirlo tampoco, sin compartir la vida con nadie y sin el esfuerzo para hacer que eso pase.
Cuando un ser humano ve la muerte de cerquita, la palpa, la toma en sus manos y vas a la morgue, y reconoces que si, que es la muerte la que estás viendo ahí frente a ti, y sin poder hacer nada, porque de lo contrario no se estaría cumpliendo la regla de la vida...nacer y morir.
Ahí parado frente a la muerte, es que te das cuenta que todo tiene un final y que no podemos hacer nada, que cambie eso, sólo podemos ir tras una despedida. Tras la búsqueda de un adios. Siguiendo la ruta de decir..."Chao".
Que dificil es ver que pierdes algo o alguien que amas, algo o alguien que no verás mas, algo o alguien que se desvaneció, algo o alguien que ya nunca masss, palparás y tendrás a tu lado, ni para olerlo siquiera.
En esta lucha constante por aceptar esa desaparición pasas un rato largo de tu vida, y tu cuerpo sufre algunas transformaciones, tu cerebro se descontrola, tu alma se siente vacía, tu cuerpo se inflama de dolor, tus sentidos pierden la dirección, tu mirada va al infinito, tus oidos oyen silencio, tu olfato respira insatisfacción, tu boca repite...no lo acepto y tus manos buscan desesperadamente aquello que fue tuyo y algo te lo arrebató.
Llega el dia que debemos salir de esa oscuridad, solos o acompañados, e intentas demostrar al mundo que si puedes, y es mentira, porque no puedes, no puedes llevar esa carga de tanto dolor y soledad solo, y es entonces cuando tu estómago sufre dolores, tus ojos andan húmedos, tu boca se cierra, tus manos andan temblorosas y tu mirada un poco ida, pero nadie lo ve, nadie lo sabe, nadie lo palpa, porque tu andas caminando sin decir nada.
Hay un comienzo y un final, hay un hola y un adios, hay un blanco y un negro, hay siempre un extremo y otro...bueno es ahí que debemos pararnos, en un extremo, y mirar hacia adelante, tratando de divisar el otro extremo, en esa busqueda de ese extremo, es el proceso para lograr obtener..."EL UMBRAL DE UNA DESPEDIDA".
Por mucho que duela, por mucho que endurezca y no tenga explicación...hay que aceptar que llegó el final, y que no hay vuelta atrás...sólo continuar y mirar de frente, no de lado ni hacia atrás, porque, sea que comencemos o terminemos o viceversa, la continuación es y será siempre la continuación, y en el umbral, vamos en la búsqueda de un comienzo, una salida...un adelante...Chao.

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