El regalo del amor, lo envuelve un corazón sincero.





Hoy amanecí romántica, no se, a veces me da, otras veces reflexiva, otras veces en el aire, yo creo que depende de como salga la luna, jajajaja.

Bueno, hoy pensé una frase y la escribí en mi facebook..."Cuando se expresa la esencia desnuda del ser, no es necesario ni la conversación de una mirada, porque ahí se plasma una verdad increible y espelusnante, que te atrapa y te transforma".


Esta frase es mia, absolutamente, eso digo yo, pues es mentira, porque esa frase es de mi creador, que me da la inspiración, y la delicadeza de poderme expresar con libertad.
Hoy he leído y leído, páginas, comentarios, opiniones, todo relacionado con el amor, y pude observar algo en mi casa que ahorita voy a relatar.
Hace ya algunos meses..., mi mascota hermosa, mi WHISKY (canino), se apareó con una linda canina, AKIRA,de esa bella y hermosa relación, nacieron 5 hermosos y bellos bebés (cachorritos), 4 lindas niñas(hembras) y un precioso varón(macho), pues resulta que mi niño Whisky, cada vez que le dábamos pan, iba el muy amoroso, hecho el loco, se dejaba llegar hasta la habitación donde permanecían sus hijos, y depositaba el pan dentro de la cuna (caja de cartón), el esperaba, creo yo, que sus niños se comieran el pan, pues no podían porque eran bebesitos, por consiguiente se lo comía Doña Akira.
Fueron creciendo y se fueron regalando los pequeños niños, pero, con nosotros quedó, el varoncito, y lleva por nombre JOHNNIE (denominado así por porque como es hijo de whisky, y se quiso semejar a johnnie walker). Pues resulta y acontece que hoy dia, y hoy 13-10-11, mi Whisky hizo lo mismo, le di un pedacito de pan, y fue a dárselo a su hijo. Este hijo definitivamente trajo felicidad a mi amor, a mi niño..., estos dos se aman.
Es imposible obviar un amor verdadero delante de nosotros, y palpar la sensación de un TE QUIERO, un te quiero que nos arropa los huesos y nos alimenta el alma, con esas 8 letras maravillosas se dice mucho, para mi personalmente, un te quiero significa mas que un te amo.
He aquí una historia de esas que nos vienen por gracia del Espíritu Santo y con la Bendición Divina del Universo.


Amor En Cajita de Leche

Dos hermanitos en puros harapos, uno de cinco años y el otro de diez, iban pidiendo un poco de comida por las casas de la calle que rodea la colina. Estaban hambrientos: “vaya a trabajar y no molesten”, se oía detrás de la puerta; “aquí no hay nada, pordiosero…”, decía otro…Las múltiples tentativas frustradas entristecían a los niños…Por fin, una señora muy atenta les dijo: “Voy a ver si tengo algo para ustedes… ¡Pobrecitos! ”
Y volvió con una cajita de leche.
¡Que fiesta! Ambos se sentaron en la acera. El más pequeño le dijo al de diez años: “tú eres el mayor, toma primero…y lo miraba con sus dientes blancos, con la boca medio abierta, relamiéndose”. Yo contemplaba la escena como tonto… ¡Si vieran al mayor mirando de reojo al pequeñito…!
Se lleva la cajita a la boca y, haciendo de cuenta que bebía, apretaba los labios fuertemente para que no le entre ni una sola gota de leche.

Después, extendiéndola la lata, decía al hermano:

“Ahora es tu turno. Sólo un poquito.”

Y el hermanito, dando un trago exclamaba: “¡Está sabrosa!”

“Ahora yo”, dice el mayor. Y llevándose a la boca la cajita, ya medio vacía, no bebía nada.

“Ahora tú”, “Ahora yo”, “Ahora tú”, “Ahora yo”.

Y, después de tres, cuatro, cinco o seis tragos, el menorcito, de cabello ondulado, barrigudito, con la camisa afuera, se acababa toda la leche… él solito.

Esos “ahora tú”, “ahora yo” me llenaron los ojos de lágrimas…

Y entonces, sucedió algo que me pareció extraordinario.

El mayor comenzó a cantar, a danzar, a jugar fútbol con la caja vacía de leche.

Estaba radiante, con el estómago vacío, pero con el corazón rebosante de alegría.

Brincaba con la naturalidad de quien no hace nada extraordinario, o aún mejor, con la naturalidad de quien está habituado a hacer cosas extraordinarias sin darles la mayor importancia.

De aquél muchacho podemos aprender una gran lección: “Quien da es más feliz que quien recibe.”...Chao.








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